Katherine Neville; Entre críticos, habladores y cretinos.




No soy un alérgico a los Best- seller, por patéticos que sean, siempre y cuando al menos posean la capacidad de distraer (creo importante aclarar que no todos los libros bien vendidos son malos) Por eso, y sólo por eso, no tengo miedo a decir; me gusta Katherine Neville. Es probable que el 70 % por ciento de su escritura sea insostenible, pero eso no evita que me guste. Me deleita su literatura esotérica y descuidada, sus personajes masculinos oníricos, ricos, perfumados y perfectos, imposibles y tan obvios en una escritora femenina, y me fascina su capacidad para manipular la documentación. En ello es una escritora sagaz y talentosa. Me gusta porque lejos de considerarse literatura esotérica, las suyas siempre estarán más cerca de ser catalogadas novelas policíacas. Como el código da vinci (cuya calidad literaria a la final triplica) Me gusta su descripción potente y ligera; desde un principio busqué en ella, más que un análisis de la profundidad humana, una simple y productiva novela para distraerme; eso fue el ocho. ¡Y vaya que me la disfruté! Fue la novela más gorda que me leí de niño. Tendría yo unos once años. Y lo que realmente me impactó fue su concepto sobre la documentación; su talento para entrecruzar hechos históricos. Hace mucho tiempo, en una entrevista que leí sobre ella, dijo algo así como “la vida como el arte de documentarse” este principio es quizás su talento más profundo. Por ello, hace escasos minutos, terminé la lectura de su primera novela “el circulo mágico”


 Creo que si en vez de ser escritora, hubiese deseado montar algún tipo de culto o sociedad secreta, le habría ido de maravilla. He leído a teósofos y ocultistas como Helena Blavatsky y a Fulcanelli, también algo de Guenón y hasta Pier Carpi; la mayoría de tesis teosóficas son insostenibles, por no decir estúpidas e insustanciales. Blavatsky es experta en sobreponer información, en descontextualizarla dados sus propósitos y llevarla a lo absurdo, pero siempre lo hace mal. Fulcanelli posee un poco más de sagacidad, o en realidad, de elegancia; pero sus tretas son simples y favorablemente simbólicas. Lo simbólico todo lo soportan, dada la diversidad de significados que un solo símbolo podría tener. Pero, ¿cautiva alguno de estos charlatanes junto a Neville? Yo diría que no.

Contextualizando, la carga de esoterismo en sus libros es alta, pero la realidad del mismo siempre permanece dentro de la fábula. Neville jamás ha insinuado siquiera que alguna de sus historias sea cierta; no en el contexto de “vendedores de verdades ocultas” su definición, como ya lo dije, fue la de entrecruzar información, documentación, hasta construir una historia, una historia creíble; en esencia mantiene el mismo principio anti- iniciativo que Humberto Eco promueve en El péndulo de Foucault.

La novela policíaca esotérica esta sobrevalorada por las ventas y subvalorada por la critica. No es tan mala, ni tan irritante, os lo aseguro.

Aunque un hecho de la crítica general es cierto; la novela esotérica le ha hecho mucho daño a la novela histórica. ¿Por que? Por que posee un margen demasiado limitado de hechos para descubrir. Y caen con facilidad en la repetición. He leído unas seis novelas de “misterio” que básicamente poseen la misma estructura narrativa; un secreto, un hombre no iniciado que cae dentro de una conspiración, una linda señorita y un asesino excéntrico tras ellos. El secreto puede revelarse o no; novelas como “el día de la confesión” de Allan Folsom he visto en las librerías “la clave de salomón” de Richard Weber y “el código de Newton” de Richard Flynn “el secreto de einstein” todos siguen exactamente la misma estructura. Este tipo de literatura se ha convertido verdaderamente en una plantilla insoportable. Si les uno los leerás todos, y realmente llega a irritarte semejante falta de imaginación.




¿Que le puede quedar entonces a los entusiastas de este genero? Un perfil asfixiantemente limitado de temas y una línea aún más limitada de novelas idénticas. A veces, este problema es casi trasplantado de la novela policíaca, tan limitada en aquello del asesinato, el complot y el detective bueno y problemático. Aunque Neville, dentro de su misma obra, no innova demasiado, si es parcialmente diferente a quienes repiten, y repiten y repiten.






Les dejo aquí una entrevista. Me parece una señora encantadora.




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