Soy combustible como tú.
Ardemos en el mismo espectro.
En mi sangre hay sangre de
otras galaxias.
¿Cuántas veces tuvo que morir
la misma estrella?
Mi sangre también es sangre
de otros seres,
Otros mundos, otros cielos.
Que se aglutinan en el
recuerdo secreto de mis átomos.
Fluidos en la tierra,
explosión de cráneo y médula.
Calcio, hierro y zinc concebidos
en una supernova.
Para mis partículas la vida
no es más que un accidente.
Y mi alma es ese fuego que
aún espera por consumirme.
Somos huérfanos.
Barro rebelde, hielo desnudo.
Contaminamos la oscuridad
Con luz temerosa,
Ciudades de costra reseca.
Somos cazadores solitarios,
Depredador y despojo.
Famélicos sin gracia
Combustión violenta, lápida terráquea.
Sabemos que
Nacemos para arder, y que el
fuego nos aguarda.
Para perecer y ser destierro.
Para amar y ser cenizas.
Labios húmedos en el papel
perdido.
Pasos fósiles en el tiempo y el asfalto.
Soy combustible como tú.
Un milagro
Una desgracia a la espera de holocausto.
Una máquina de lágrimas y óxido.
Somos la vanidad del mundo
Admirándose a si mismo.
Ardo como los bosques y los
automóviles.
Ardo como el petróleo y la
lluvia
Sobre el océano.
Desaparezco lentamente
Como el hielo, como la savia.
En el fuego dionisíaco
De millones de vidas consumadas.
De millones de vidas consumadas.
08/09/15
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